¿La miel y el colesterol: enemigos o aliados?
En este artículo vamos a analizar una pregunta recurrente que hacen muchas personas que están buscando una nutrición lo más sana posible. Te vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre propiedades, beneficios y posibles advertencias de la miel y el colesterol.
La miel es uno de los endulzantes naturales más antiguos y valorados por su sabor y sus propiedades. Pero cuando se trata de salud cardiovascular, surgen muchas dudas: ¿puede la miel ayudar a reducir el colesterol? ¿O, por el contrario, empeorarlo? En este artículo explicamos qué dice la evidencia científica actual y cómo incluir la miel dentro de un consumo saludable y responsable.
Propiedades de la miel relacionadas con el colesterol y los lípidos
La miel natural contiene más de 180 compuestos: azúcares simples, minerales, vitaminas, ácidos orgánicos y, sobre todo, antioxidantes como los flavonoides y los compuestos fenólicos. Según un artículo en El Independiente, “La miel aporta enormes beneficios para el colesterol y triglicéridos elevados… para disminuir el colesterol total y los triglicéridos”.
Por otro lado, una revisión de Eroski Consumer advierte que “la miel es un azúcar libre… el exceso en su consumo supone el mismo riesgo para la salud que pasarse con el azúcar”. Por lo que a pesar de poder considerar que la miel es más natural que el azucar refinado, un excesivo sería perjudicial.
Por tanto, ya podemos ver que hay una cierta disparidad de criterios que seguro puede confundir a aquella persona que está buscando la mejor forma de endulzar algunas comidas y bebidas sin poner en riesgo su salud cardiovascular. Sigamos indagando un poco más.
¿La miel es buena para el colesterol?
Diversos artículos de salud dietética en España indican que la miel puede tener un impacto positivo sobre el perfil lipídico, siempre que se consuma en cantidades moderadas y como sustituto del azúcar refinado. Por ejemplo, un reportaje de Diario de Sevilla señala que “la miel, por su parte, tiene menos calorías, un menor índice glucémico y una menor concentración de azúcares que el azúcar refinada”.
Por lo tanto, si se consume miel natural, con moderación y en lugar de azúcar blanco, dentro de un patrón alimentario saludable, es plausible que contribuya positivamente al control del colesterol.
¿La miel es mala para el colesterol o los triglicéridos?
Aquí la respuesta requiere matices. Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se advierte que los productos promocionados como “superalimentos” para bajar el colesterol pueden no cumplir lo que prometen. ¿Y esto que tiene que ver con la miel? Pues muy sencillo: la miel ha sido señalada como uno de esots alimentnos que bajan el colesterol. Seamos claros, la miel es más sana que el azucar refinado, si se consume de forma moderada, pero no es un alimento que te ayudará a bajar el colesterol por sí mismo. Sí, será más saludable.
Además, un artículo de El País / BuenaVida indica: “No hay estudios que permitan confirmar que la miel reduce el colesterol. Lo que es cierto es que la miel es el único producto de origen animal que no tiene colesterol”.
En resumen: la miel no es “mala” para el colesterol o los triglicéridos per se, pero si se consume en exceso o como añadido extra sin cambiar nada más de la dieta, sí puede comportarse igual que otros azúcares libres. La miel es azúcar — y como tal, su consumo excesivo puede contribuir al aumento de calorías, al sobrepeso y a la dislipemia (colesterol alto, triglicéridos altos). Por tanto, no es una panacea ni debe considerarse un suplemento milagroso. Estudios advierten que aunque exista efecto positivo, los resultados son variables.
Cómo tomar miel para cuidar el colesterol de forma consciente
Y ahora uno de nuestros “especial de la casa”, nuestros listados. Te damos 5 consejos para poder tomar miel de la forma más consciente, saludable e inteligente:
- Sustituye el azúcar blanco por miel natural o ecológica, pero no la uses como añadido extra.
- Prefiere miel cruda o artesanal, ya que conserva más antioxidantes.
- Acompáñala de una dieta rica en frutas, verduras, legumbres y grasas saludables (aceite de oliva, frutos secos).
- Controla las cantidades: aunque no hay consenso exacto en España, muchos expertos recomiendan no excederse de una o dos cucharaditas diarias cuando se incluye en una dieta saludable.
- Si tienes problemas de colesterol elevado, triglicéridos altos o enfermedad cardiometabólica, consulta con tu nutricionista o endocrino antes de hacer cambios relevantes.
¿Qué dice la ciencia?
Pues hemos podido localizar varios estudios que hablan específicamente sobre este tema: la miel y el colesterol. Y hay que admitir que es un tema que se ha estudiado y analizado mucho a lo largo del mundo, lo que indica un interés muy global. Os vamos a detallar algunos estudios y publicaciones científicas con algún punto destacable (os dejamos los enlaces por si queréis investigar un poco más. Son en inglés). Esperemos que de esta forma os sirva para pasar del azucar refinado y apostar por la miel natural:
Effect of natural honey on lowering lipid profile: Se ha observado que la miel puede reducir los niveles de colesterol total y LDL (colesterol “malo”), así como los triglicéridos, y aumentar el HDL (colesterol “bueno”).
The effect of honey on lipid profiles: a systematic review and meta-analysis of controlled clinical trials: En un análisis sistemático reciente se concluyó que en general los resultados no fueron estadísticamente significativos para todos los lípidos, pero existe heterogeneidad entre los estudios, lo que sugiere que algunas mieles concretas, dosis y modelos sí podrían tener efecto.
Raw honey could help reduce blood sugar and cholesterol levels, study finds: Estudios sugieren que mieles monoflorales (por ejemplo, trébol “clover” o robinia) y sin procesar (raw honey) podrían tener mejores efectos lipidómicos
The effect of honey consumption compared with sucrose on lipid profile in young healthy subjects (randomized clinical trial): En un estudio con 60 personas, consumir 70 g de miel al día mejoró el colesterol total, LDL y triglicéridos, e incrementó el HDL, frente a consumo de sacarosa.
Effect of natural honey on lowering lipid profile: Moderar la cantidad: los estudios que mostraron beneficio utilizaron dosis de aproximadamente 40-75 g/día.
Miel ecológica de proximidad: salud, sostenibilidad y consumo consciente
Para quienes buscan un consumo más consciente, optar por miel ecológica de proximidad ofrece una doble ventaja. Apoyas a pequeños productores locales, reduces la huella de transporte y te aseguras de un producto más puro.
La relación entre “colesterol y miel” muestra resultados prometedores pero no definitivos. Si bien algunos datos respaldan que la miel natural y de buena calidad puede ayudar a disminuir colesterol total, LDL y triglicéridos —y aumentar el HDL—, la evidencia no es completamente sólida para todos los casos y poblaciones.
Por tanto, la miel puede ser buena para el colesterol cuando se usa correctamente, pero no debe considerarse como la solución única ni como alimento milagroso. Para los consumidores conscientes que buscan miel ecológica de proximidad, esta puede ser una mejor alternativa al azúcar refinado, tanto por salud como por ética y sostenibilidad.