Nos llamamos Alfredo e Isabel, y desde 2005 elaboramos quesos artesanos en Mucientes, un pequeño pueblo de Valladolid donde todo empieza en el campo y termina en tu mesa. No trabajamos “al estilo tradicional”: somos artesanos de verdad. Controlamos cada paso, desde el cuidado de nuestras ovejas hasta la entrega final, porque creemos que no hay otra forma de hacer las cosas bien.
Aquí no imitamos sabores ni seguimos modas. Hacemos queso con leche cruda de oveja, con curaciones mínimas de 60 días y con el mismo mimo con el que se hacía antaño. Por eso, cuando alguien nos dice que nuestro queso le recuerda al de su abuela, sabemos que hemos conseguido lo que buscábamos.
Alfredo cuida del rebaño y se encarga de llevar nuestros productos hasta los comercios que confían en nosotros. Isabel transforma la leche en queso, cuajadas y yogures. Entre los dos, y siempre con una sonrisa, damos forma a un proyecto pequeño pero lleno de alma.
Nuestro queso tiene ese sabor profundo a oveja, con textura compacta y corteza natural marcada por los mohos, que evolucionan con la maduración. Y sí, también nos gusta experimentar: un buen tinto lo acompaña bien, pero una cerveza artesanal o una combinación con frutas y aceite de oliva pueden convertirlo en una sorpresa.
Somos de pueblo, y orgullosos de ello. Porque en tiempos de prisas, seguimos apostando por lo que es natural, cercano y auténtico.
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