Llevamos generaciones cuidando nuestros viñedos en Almonacid de la Sierra, en plena Denominación de Origen Protegida Cariñena. Nuestro proyecto nace en 1760 como bodega familiar, aunque la tradición en nuestra familia viene de más atrás. Hoy, seguimos aquí, con las manos en la tierra y la vista puesta en el legado que hemos recibido.
Nuestro orgullo es el viñedo: 100 hectáreas, muchas con más de 30 años y algunas cepas centenarias. Cultivamos principalmente Garnacha, Cariñena y Vidadillo, todas variedades autóctonas, seleccionadas y mejoradas generación tras generación. Nuestros antepasados hicieron un trabajo paciente y laborioso eligiendo los mejores clones, y nosotros continuamos ese camino, con respeto y sin prisas.
El terreno, la altitud (entre 550 y 750 m) y el microclima único de nuestra zona dan carácter a nuestros vinos. Pero más allá del entorno, lo que les da alma es el compromiso de una familia que vive este oficio como un proyecto de vida. Cada botella que sale de nuestra bodega lleva dentro historia, esfuerzo y paisaje.
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